Te bajas al Mercadona al caer la tarde. Hace calor en este invierno insoportable. Presiento que el cansancio acumulado durante el día se nota en la mirada, en la piel, en los pasos cansinos de unos pies doloridos. Coges cuatro chuminadas de los estantes pensando más en los gatos que en ti misma. Este principio de año está siendo duro de roer, tanto que la inspiración se ha ido a tomar viento, por no decir otra cosa. Las palabras andan enredadas en días agotadores y se repliegan como fuerzas de asalto acobardadas por las circunstancias.
Te pones a la cola y compruebas horrorizada que estás en quinto lugar. ¿Por qué la cajera de turno no llama para que abran otra caja? Será nueva - piensas-, pero observas a tu alrededor y ves que la gente se va poniendo nerviosa: un niño llora, una anciana deja caer el peso de su cuerpo sobre el bastón. Y de pronto llega la salvación. Otra cajera se acerca por la derecha. Avisa con voz melodiosa: pasen por esta caja por orden de cola. Como si hubiera dicho tírense por el acantilado. Los últimos de la fila salen corriendo y se sitúan los primeros en la recién abierta caja. Y es entonces, en ese instante de desbandada feroz, cuando escuchas tu propia voz diciendo: ha dicho por orden de cola. Pero no hablas, ruges. Podrías estar diciendo Al abordaje, muerte el enemigo, a por ellos, no pasarán. Coges decidida la cestilla y pasas delante de los que iban detrás. Algunos te miran de mala manera; uno susurra un conciliador vale vale. Y tu, con mirada desafiante, vuelves a repetir: ha dicho por orden de cola. Y sientes que, como un dragón feroz, te sale fuego de las mismas entrañas.
¡Dios! Ya no se respeta nada, ni las colas de los supermercados. Maldito invierno caluroso. Arde hasta la sangre.
Vale, vale. "Pase, usted delante".
ResponderEliminar¡Qué genio y qué ingenio !
Hola Elías. Es que no soporto a la gente que se cuela. A veces hay que poner firmes a esas colas, ja, ja.
EliminarCualquiera se te cuela!!!
ResponderEliminarjaja
Yo, por si acaso, como suelo ir al Mercadona la próxima vez que vaya iré con cuidado y si veo a una señorita con comida para gatos amablemente le cederé el turno ;)
Un beso Amparo, me gustó volver a leerte :)))
Bueno, bueno, que yo soy también de esas que ceden el turno cuando la persona que va detrás de mí lleva poca compra, pero los espabiladillos... Voy a intentar volver aunque mis ideas sigan en Indochina. Un abrazo.
EliminarLo mismito pasa en la cola del autobús. Me alegro de que bajaras al super y nos lo contarás casi, casi había olvidado el nombre de tu blog (es broma) Abrazos
ResponderEliminarCiscunstancias de la vida, cambio de trabajo, médicos... a veces es imposible sentarse a escribir. Y no me olvides, por fa. Un abrazo y espero que tu amigo se vaya recuperando del todo.
EliminarHas hecho muy bien.
ResponderEliminarAlguna vez alguien ha intentado colarse delante mío de forma parecida y he hecho lo mismo que tú.
Que se cuelen delante de su madre.
Besos.
Totalmente de acuerdo. Lleva una ya muchas horas levantada para que se te cuelen en el super. Por ahí no pasamos. Un abrazo, Toro.
EliminarPues no, generalmente no se apartan, es mas, se precipitan a colocar la compra en el mostrador. Son situaciones que ocurren a diario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja, ja, es como si fuera un maratón. A lo mejor es que hay gente que no entiende lo del orden de cola. Echémosle humor a la vida, mientras podamos. Un abrazo.
EliminarHola Amparo :) Tristemente real. Si eso pasa en la cola del super. ¿Cómo no nos va a ir como nos va en otros aspectos? En fin, que me quemo jajaja Saludos ^^
ResponderEliminarHola Roland. Hace poco me decía una persona muy mayor que si se pierde el respeto, se pierde todo. Y es verdad. Respetemos nuestro turno en todos los aspectos de la vida. Un abrazo.
Eliminarjajajajaaa... creo que todos nos hemos visto en esa situación. Pero qué a gustito se queda uno cuando hace "justicia" de turno.
ResponderEliminarMe ha divertido tu texto.
¡¡¡Un abrazo sin orden y sin colas!!!
Es que es necesario que nos respetemos unos a otros. De lo contrario, estamos perdido. Lo de la cola es una anécdota -real- `pero hay muchos aspectos en la vida donde ese guardar cola se hace necesario. Eso si, los abrazos sin colas, sin orden ni concierto. Me alegra de haberte sacado una sonrisa.
EliminarJeje, me ha hecho gracia porque es tan real, y es que a todos nos ha pasado eso, y sí, te sale fuego de los ojos. Es que no hay nada mas agotador que ir al supermercado, a mí me estresa.
ResponderEliminarSaludos
;)
Sobre todo cuando estás cansada, cuando estás en casa con el batín y las zapas puestas y descubres horrorizada que te falta leche o pan o lo que sea. Y entonces te bajas a la calle arrastrando tu cansancio y... se te cuelan. Lo que te digo, un dragón furioso. Un abrazo.
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