jueves, 7 de enero de 2016

Volvemos a la rutina.



En primer lugar, que este año que empieza sea como ansiáis. Aunque no soporto los mensajes que lo positivan todo y la inocencia de la  filosofía roussoniana, estoy empezando a creer que, en efecto, la felicidad está dentro de nosotros. No depende tanto de los que nos pase o nos deje de pasar, sino de nuestra capacidad de adaptarnos a lo que hay, cambiar lo que se puede cambiar y aceptar lo que no se puede. 
Vaya este breve preámbulo para deciros que si durante estos días no os he comentado no ha sido por falta de ganas sino porque he trabajado por la mañana, por la tarde, y entremedio, en casa. O sea, una existencia caótica que estaba deseando dejar atrás para volver a la añorada  rutina. a mis tardes de ordenador y café con leche. 
He dado un breve repaso a los blogs que sigo y he comprobado que estos días de fiesta habéis sido fructíferos. Hay muchas entradas que leer y estoy encantada de empezar con ello. Y a ello voy.
Feliz año nuevo. Sed felices.