En primer lugar, que este año que empieza sea como ansiáis. Aunque no soporto los mensajes que lo positivan todo y la inocencia de la filosofía roussoniana, estoy empezando a creer que, en efecto, la felicidad está dentro de nosotros. No depende tanto de los que nos pase o nos deje de pasar, sino de nuestra capacidad de adaptarnos a lo que hay, cambiar lo que se puede cambiar y aceptar lo que no se puede.
Vaya este breve preámbulo para deciros que si durante estos días no os he comentado no ha sido por falta de ganas sino porque he trabajado por la mañana, por la tarde, y entremedio, en casa. O sea, una existencia caótica que estaba deseando dejar atrás para volver a la añorada rutina. a mis tardes de ordenador y café con leche.
He dado un breve repaso a los blogs que sigo y he comprobado que estos días de fiesta habéis sido fructíferos. Hay muchas entradas que leer y estoy encantada de empezar con ello. Y a ello voy.
Feliz año nuevo. Sed felices.
Bienvenida pues a la rutina, Amparo :-)
ResponderEliminarY por aquí andaremos, intentando hacer de la rutina algo excepcional.
Un beso.
Hola Minimal. Me alegro mucho de tu vuelta. Espero que ya estés recuperado del todo. A veces la falta de tiempo es exasperante, pero parece ser que así es la vida. Abrazos.
EliminarBienvenida a la rutina.
ResponderEliminarTe acabo de leer y estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices.
Me alegro que tu ausencia haya sido por trabajo, eso es señal de salud y juventud.
Un abrazo.
A ver Rafaela, te voy a ser sincera. Juventud, juventud, va a ser que no; salud, para ir tirando, pero voluntad de hierro e ilusión de niña. Así que no nos queda otra. Gracias por tu comentario.
EliminarYo mantengo que la felicidad está dentro de nosotros, y que estar feliz puede incluso llegar a ser una costumbre. Descansa y ya pasarás a vernos, nosotros esperamos que escribas. Un abrazo
ResponderEliminarHola Ester. Yo también convencida -aunque me ha costado convencerme- de que la felicidad está dentro de nosotros. Ahora salgo de una gastroenteritis que me ha dejado kao. El caso es que si escribo menos, es porque estoy corrigiendo, una vez más, mi novela. Ya veremos si consigo acabarla. Mientras tanto, aquí nos vemos. Un abrazo.
EliminarFeliz Año y prósperas letras. Abrazos
ResponderEliminarGracias Ligia. Lo mismo te deseo a tí. Y que sigamos leyéndonos. Un abrazo.
EliminarMe encanta que vuelvas. Yo soy un firme defensor de que la felicidad está en la rutina.
ResponderEliminarEstá muy bien ese: "Sed felices", pero como yo soy muy pesimista, añadiría: "Si podéis".
Y me encanta volver. Tu que me conoces sabes que soy una pesioptimista, o más bien una superviviente de la vida cotidiana. Al final te acostumbras y puedes ser feliz a pesar de todo. Un abrazo.
EliminarHay personas, seres, entidades (y por supuesto blogs) que aunque aparentemente no estén siempre están.
ResponderEliminarA por ello.
¡Feliz rutina!
Paco, qué grande, qué bonita frase. Espero que mi blog sea uno de esos que mencionas. Y feliz rutina. Por cierto, que llueva de una vez. Eso ya rompería la monotonía de este cálido invierno.
EliminarFeliz regreso a la rutina, Amparo, creo que la adaptación es la clave de la supervivencia y un paso para la normalidad, y también para aceptar las cosas como son y ser feliz con lo que somos.
ResponderEliminarMe alegra verte de vuelta.
:D
Hola Ana. Sabias palabras las tuyas. Debemos ser camaleones a la hora de engañar a esta vida a veces tan dura. A mí me alegra leerte. Un abrazo.
EliminarTodo vuelve a su sitio.
ResponderEliminarPoco a poco.
Besos.
Sí Toro. Todo vuelve a su sitio y se instala esa reconfortante rutina. Ahora nos quieren motivar con las rebajas pero yo paso. Con lo que tengo ya tengo bastante.Sé feliz. Recuerdos a Justiniano.
EliminarDesear y esperar un buen año es lo mínimo para hacerle frente: Feliz año Amparo.
ResponderEliminarYo también intentaré volver y una primera ronda de visitas incentiva los siguiente pasos.
Estoy de acuerdo contigo, la felicidad no crece en los árboles ni cae del cielo ni luce en los escaparates, no está fuera, sino dentro. Y creerlo así, tampoco es suficiente para encontrarla pero ayuda a no desesperarse buscando donde no se halla.
Besos
Jara, cuánto me alegro de verte por aquí. Sólo te digo que a veces me siento feliz poniendo una lavadora. La vida cotidiana tiene destellos que a veces no sabemos valorar. Ahora mismo mi hijo está estudiando cerca de mí, mi hija merienda, mis gatos duermen y la tarde cae. Precioso, simplemente. Un abrazo.
EliminarBuen comentario jaja. La de la capacidad de adaptarnos y eso ^^ Te deseo mucha capacidad de adaptación jaja :) Y bueno, si va a compañada de buena suerte y salud, mejor ^^
ResponderEliminarHola Roland. La capacidad de adaptación me viene de serie. La suerte tendré que trabajármerla con un poco de esfuerzo. Te deseo un año muy, muy feliz.
EliminarPues mira, yo ya tenía ganas, tanta fiesta, tanta compra, tanto lío de gente... a mi al menos me cansa. La vuelta a la normalidad me produce el relax que necesito. Además, ya no es como antes y estaba deseando que pasara este año que para mi no ha sido nada bueno.
ResponderEliminarFeliz 2016 para ti y para los tuyos.
Ya no es como antes, Airblue, y en esos días los recuerdos vuelven en manadas. Estoy contenta de haber vuelto a la rutina con estos excelentes blogueros que sois todos vosotros. Igualmente feliz año para tí y los tuyos.
EliminarEs de agradecer volver a la rutina, aunque a todo nos adaptamos, que remedio hay que aceptar que hay fechas que tienen su encanto…Lo importante es ser felices los momentos que la vida nos brinda.
ResponderEliminarUn cálido abrazo Amparo