sábado, 26 de mayo de 2012

Parejas perdidas

Hay días en los que descubres que sentirte feliz no es tan difícil. Días en que las cosas más mínimas se agrandan hasta parecer importantes. Miras a tu alrededor y descubres que las estrellas-tan lejanas en el universo- se vuelven soles cercanos; las motas minúsculas de polvo, grandes pelusas que dormitan bajos las camas; las lágrimas que derramamos a escondidas, sinceras sonrisas esperanzadas.

Y esta mañana de otoño en la que las hojas caídas de los árboles alfombran el asfalto gris, ha ocurrido algo así. Una pequeña alegría, como la luz tenue de una vela, ha iluminado toda la estancia, dándole una nueva perspectiva.

Reflexionemos, pues, y aceptemos una realidad que probablemente todos compartimos: las parejas no se encuentran todos los días. Más aún, si miramos bien a nuestro alrededor, si observamos con mirada nueva nuestro entorno, comprobaremos que es mayor el desencuentro que el hallazgo; más frecuente la distancia que impide el acercamiento y el abrazo, que el movimiento hacia la cercanía y la fusión.

Dicen que la soledad nunca ha sido buena si no es el fruto deliberado de una búsqueda ansiada. Incluso para ellos. Por esa razón, cuando así, por pura casualidad, esta mañana de octubre he comenzado a encontrar las parejas perdidas, me he sentido repentinamente feliz. Es posible que penséis ¡Qué estupidez! A rey muerto, rey puesto ¿no? Pues pienso que no. Porque esta mañana, que parecía ser igual que las demás, el mágico encuentro se ha producido, y uno a uno, sin saber con qué lógica y en base a qué método, he ido encontrando los calcetines perdidos y los he llevado junto a sus parejas que yacían olvidados en el fondo de un cajón.

Ahora ya pueden volver a las andadas.

3 comentarios:

  1. Sí, me ha gustado. Es una bocanada de aire fresco.

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  2. Magnifico como siempre Amparo.

    Te mando el enlace para que le eche un vistazo como siempre.

    Un beso cariño.

    Manolo.

    http://labolsadelmercader.wordpress.com/2012/05/28/una-casa-en-la-colina-por-amparo-puig-valdes/

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  3. Estoy contigo, ese emparejamiento da una satisfacción tremenda. Yo también soy una Celestina, me gustan las parejas.
    De lo profundo a lo cotidiano, buen hilo conductor.

    Besos.

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