viernes, 12 de septiembre de 2014

¿Quién dijo que no tenemos memoria?



Estoy indignada y asombrada. ¿Por qué? ahora os lo digo, pero antes os diré que quien escribe estas es líneas es la Pequeña, la gata tricolor de Amparo que, pese al calor, anda por ahí haciendo recados. 
Y estoy tan moscagata ¿o es mosqueada? porque he sabido que hay por ahí quien aún se pregunta si los gatos tenemos memoria. ¿Memoria dicen? Más que muchos humanos que a veces ni siquiera saben dónde han dejado las llaves o han aparcado su megatransportín.  
Y ahora os cuento algo que ha pasado este verano. ¿Os acordáis de Pantera, aquel gatazo negro, enorme, brillante, de ojos amarillos que entró en la casa del pueblo el verano pasado? Pues ha vuelto. Entró con paso tranquilo y la seguridad de que iba a ser bien recibido, Mi dueña le dijo "Hola Pantera" y él se acercó ronroneando y haciendo topetes con su gran cabeza negra. Yo - la verdad-, gruñí como una fiera porque no quiero problemas. Si Pantera invadía nuestro territorio, Tito, mi pareja, se tendría que enfrentar con él, cosa que me alarmaba bastante porque Pantera le saca una cabeza y media, y no exagero. 
Pero no llegó la sangre al río. Después de unos cuantos bufidos, aullidos y algún encontronazo cuerpo a cuerpo, los dos acabaron compartiendo el suelo de porcelanosa de la gran entrada de la casa del pueblo. La verdad es que Pantera, a pesar de su aspecto feroz, es un gatazo tierno y ronroneador que siempre está buscando caricias y comida. Aún así, y para que no pensara que por ser hembra soy débil, cada vez que pasaba por mi lado, le daba un gran bufido para que tuviera muy claro de quien es la casa. 
A lo que íbamos. Pantera volvió después de un año y no se equivocó de casa, y es que, le pese a quien le pese, los gatos tenemos mucha memoria, más memoria que los canisperros y más útil que la memoria de los humanos (espero que mi dueña no lea esto).
Los gatos tenemos gran capacidad de aprender a través  de mirar y vivir (creo que a eso le llaman observación y experiencia). Los gatos podemos recordar perfectamente la cara y la voz  de quien nos trata bien y de quien nos da una patada en todo el morro. Además. -aprended humanos-, los mininos tenemos lo que vosotros dais en llamar una memoria útil, o sea, que sólo recordamos lo que realmente sirve para algo: nuestra comida favorita, dónde está el arenero y cuáles son  los lugares más soleados y agradables. Desde luego, también sabemos volver a casa aunque el camino no sea el más sencillo y, por supuesto, recordamos a las personas o a otros animales que hemos conocido y sabemos perfectamente hasta dónde podemos llegar con cada uno de ellos.
Se que ahora los niños juegan con maquinitas planas a las que no dejan de mirar. Creo que se llaman tabletas, como las de chocolate, pero ¿qué se creen que han inventado? La tabletilla esa, que de apellido creo que se llama IPAD, tiene 60 gigabytes para almacenar pensamientos y otras cosas, pero mi cerebro gatuno tiene unos 91.000 gatobytes, capaces de almacenar todo lo que me interesa: dónde se toma mejor el sol, quien te acaricia con más cariño, quien te pegó la patada o quien te estiró de la cola.
Por eso Pantera volvió a casa y reconoció a todos, incluso a mí y, afortunadamente para él, supo mantener las distancias porque aunque no lo parezca, cuando quiero soy una gata muy, muy fiera. 
Y un poco dulce. 



16 comentarios:

  1. Muy Lindo y muy tierno, Amparo. Y para mí muy oportuno, porque acabo de adoptar a un precioso gatito negro que apareció abandonado en el camping donde pasé mis vacaciones. Davis se llama, y ahora duerme feliz en mi cama. Yo era habitual de tu blog, pero llevo meses sin escribir ni bloguear. He vuelto al temilla, se agradece una visita :) Abrazos. Mario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Cronista. me alegro de que hayas puesto un gato en tu vida porque no debe haber escritor sin gato. Ahora me paso y te hago una visita. Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  2. Jajaja Siempre es un grato ejercicio de reflexión cuando un relato nos transporta a un ente no humano. En este caso al mundo gatuno, no está nada mal además para tener un poco más de empatía con los animales domésticos. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad, Roland, es que mi gata es muy expresiva escribiendo. A veces se permite alguna licencia que yo no suelo permitirme. En fin, espero no volverme bipolar con esta dualidad gatuna. Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  3. Le voy a contar tu bella historia a mi gato Bruno para que la disfrute también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues historias gatunas tengo lo que no te puedes ni imaginar. Un abrazo para Bruno y otro para ti. Son estupendos compañeros, digan lo que digan.

      Eliminar
  4. Se lo leeré a mi hijo que tiene un gato, le gustará.

    Muchas gracias por visitar mi blog y comentar. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. me encanta que lo compartas. Tengo otrasm historias gatunas por mi blog. Son seres fantásticos y muy sensibles a todo. me han encantado los dibujos de tu hijo. Hay que dar a conocer los talentos. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Lo que capta un fascinante ojo de gato ya no se le escapa de la memoria.

    Felicita a tu gata por su estupendo escrito :-) Que pases un buen domingo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mercedes. La verdad es que los gatos son muy observadores y el que observa, sin duda, aprende. Y aquí estoy pasando el domingo. Hoy me domina la cocina y la limpieza, que de todo hay que hacer, lavadoras malditas aparte. Gracias por pasarte por aquí y espero seguir viéndote.

      Eliminar
  6. Pero, vamos a ver, las gatas son ¿monógatas o polígatas?
    Porque de eso no se comenta nada, nada se dice, nada se habla, nadie recuerda nada. Y, "de noche todos los gatos son pardos".
    ¿Quién es el padre de los gatitos? ¿Tito o alguien más grande?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja,ja. No sabes lo fiel que es La Pequeña. Los gatitos son de Tito porque cundo fuimos al pueblo ella ya iba `preñada. Y a pesar de que los panteras son guapísimos, ella les bufaba y los espantaba. Sin duda, es monógata. Por ahora...

      Eliminar
  7. 121 guardias civiles; 4 heridos por asta de toro; alguno que otro más por impacto de piedras voladoras, y un asesinado: Elegido, que así se llamaba el Toro de la Vega de este año.
    País.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy más que indignada. ¿Y quién paga todos esos dispositivos de seguridad para que esos paletos se diviertan matando? Este país a veces da vergüenza y un poco de asco. Ni las firmas ni las manifestaciones sirven para nada.

      Eliminar
  8. Si que es verdad, gatita, eso de la memoria util lo lleváis a rajatabla, lo que ocurre es que como sois tan reservadas en edad adulta, el asunto se presta a confusión. Bien alimentada, un buen sitio dónde dormir y sin problemas sexuales ¡qué más se puede pedir! ¡Miau!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MI gata es superfemenina, una pasada. Antes yo no diferenciaba entre macho y hembra, ahora sólo de verlos. Mi hija la encontró en el pueblo estampada contra el suelo, medio muerta. Tendría unos dos meses. Salió a flote y ahora es una gata super dulce.

      Eliminar