Es éste un blog literario donde pretendo dar a conocer mis relatos y cuentos. Espero vuestra lectura y vuestros sinceros comentarios.
miércoles, 20 de mayo de 2015
La cita, II parte.
La hija esperaba en la aséptica cafetería del hospital tomándose un cortado descafeinado con un croissant reseco.
- ¿Qué te ha dicho el médico? -preguntó-.
- Era un niñato - repuso la anciana-.
- Vale pero ¿qué te ha dicho?
- Que los análisis están bien.
La hija sorbió un poco de café ya frío.
-¿El colesterol?
- Perfecto.
- ¿El azúcar?
- Dentro del límite.
- ¿Los trigliceridos?
- No me hables en latín que ya no estoy yo para...
La hija no quiso insistir más.
- ¿Quieres un poleo, mamá?
- ¿Un poleo?¡ jefe! -gritó- tráigame una cerveza doble, un bocadillo de jamón serrano y un pincho de queso y anchoas.
- Mamá ¿te has vuelto loca?
La anciana la miró desde sus ojos claros y aún luminosos.
- Hija- afirmó-. Creo que ya tengo edad para decidir con qué dieta quiero morir.
Y es que la vida son dos días.
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Hoy no me parece muy creíble el relato.
ResponderEliminar¿Por qué?
Pues, porque eso de la "aséptica cafetería del hospital" no me convence. Yo más bien diría "insustancial".
¿Hace mucho que no has pretendido comer algo "comible" en la cafetería de La Fe?
Dudo mucho que encuentres un bocadillo de jamón, jamón y un pincho de queso y anchoas.
Allí todo es: panceta, chorizos refritos, morcillas idem,..
Vamos colesterol directamente en vena. Yo creo que para que no les falte clientela en el hospital.
Ja,ja. Pues el comedor de l antigua Fe era excelente, en serio. El de la Nueva Fe no lo he probado. Afortunadamente.
EliminarSin entrar en si en la cafetería se come bien o mal, seguro que mal, yo aplaudo a la anciana, llega un momento en que está bien decidir si quieres colesterol, azúcar o las dos cosas. Abrazos
ResponderEliminar¿Verdad? La anciana tenía derecho a llenar sus venas de lo que le diese la gana. La vejez debería ser tiempo de libertad.
EliminarLa anciana es todo un carácter eh...
ResponderEliminarMe cae bien.
Besos.
Ya ves. Mi madre murió con 92 años y hasta su último verano se tomaba su cervecita los domingos en el hogar de los jubilados del pueblo. Todo un carácter.
EliminarY a vivir que son dos días. Ciertas noticias a determinadas edades, no merecen otra cosa, más que eso, el bocata de jamón, sí señor.- Un abrazo
ResponderEliminarNaturalmente. Nos pasamos la vida privándonos de todo. Los anuncios de la tele nos meten miedo, que si el colesterol, que si las defensas, que si los huesos. Ya está bien.
EliminarJeje menudo genio se gasta la mujer, la comida del hospital es tan sosa que no me extraña lo del bocata, lo de la cerveza ya es capricho, jaja, me gusta esa mujer.
ResponderEliminarSaludos
;)
A veces tratamos a los ancianos como si fueran tontos y nada más lejos de la realidad. Hay que reivindicar ese tiempo de la vida y devolverles la voz que tantas veces les quitamos. A veces el amor asfixia.
EliminarUn muy buen toque de humor. Pero no le falta razón a la mujer, está bien cuidarse, pero también hay que vivir :)
ResponderEliminarY a esa edad es ya mejor vivir lo que queda que cuidarse.
EliminarPues yo también haría lo mismo, a esa edad de nada valen dietas ni privaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
A los noventa, si llegamos, seremos libres para disfrutar de todo... lo que podamos. Abrazos.
EliminarY con privaciones podríamos alargar la Vida 15 días mas.
ResponderEliminar¡ Anda ya !
Que no, venga ese Bocata y el pincho
manolo
Tu lo has dicho, Manolo. Exacto. Es lo que quería expresar. Que la vida es muy corta para tanta privación. Gracias por pasar por aquí.
EliminarQué precioso relato Amparo y qué verdadero, la vida son dos días como dice la abuela. Un abrazo para vos.
ResponderEliminarGracias Amilcar. Hay que disfrutar de la vida que tenemos. Un abrazo igualmente.
EliminarSe despertó la señora.
ResponderEliminarOjalá fuera posible pero lo graves es que si uno no se cuida en el proceso se deteriora.
Viva la libertad!!
Un abrazo grande.
Exactamente. Pero yo creo que a los noventa años uno ya puede tomarse ciertas libertades. Un abrazo.
EliminarY tiene razón la señora, estamos un poco hartos de omegas, alfas y demás historias y eso que yo no debería de escribir de esta manera por lo que a mi me toca, pero de vez en cuando hay que darse un capricho y el jamón tiene mucho hierro.
ResponderEliminarUn abrazo
Que si el actimel que si el densia. Lo que hay que hacer es comer bien y evitar el stress. No hacen más que meternos miedo. Aquí no hay quien viva. Un abrazo.
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