domingo, 10 de mayo de 2020

Miedo a salir a la calle

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El confinamiento había comenzado apenas unos días atrás. Era una situación nueva, desconocida, incierta. Juana entró en la cocina y comprobó que olía a pestes. Si no tiraba aquella basura pronto cogería el tifus o algo peor. Había que tirarla aunque salir a la calle le daba un poco de miedo. La "tele" decía que el virus estaba por todas partes. Al salir del portal miró a un lado y a otro como si presintiera que algún peligro inimaginable acechase desde detrás de la hilera de coches aparcados. Nadie por aquí; nadie por allá. Ni siquiera el paseante de perro exhausto, el perro, que ya había visto aquel día tres veces desde su ventana. Tampoco vio al anciano que, con una bolsa bajo el brazo, solía acercarse a la verdulería pakistaní a comprar un limón y dos cebollas por la mañana, y una lechuga y tres patatas por la tarde.
Nadie. Un silencio incómodo, irreal y triste reinaba en el barrio.  Tiró la basura. El vidrio al contenedor verde; el plástico al azul y todo lo demás al gris. También debía haber tirado la ropa al contenedor naranja, pero para ello habría tenido que dar la vuelta a la esquina y eso ya eran palabras mayores.
Cuando regresaba a su casa, apenas a cien metros, vio acercarse un coche de la policía. Se dio cuenta de que la observaban y sintió terror. Estaba segura de se iban a detener y le iban a preguntar de dónde venía y adónde iba. ¿Cómo podía justificar que acababa de tirar la basura? No podía, evidentemente. Aceleró el paso siendo consciente de que eso la convertía en más sospechosa. Solo quería llegar al portal y sentirse a salvo. Afortunadamente, la llave entró con facilidad. Cuando subía en el ascensor escuchó cómo la vecina del quinto tosía como una loca. Parecía a punto de ahogarse ¿Acaso habría cogido el virus? Al llegar a casa se lavó las manos hasta dejarlas enrojecidas.  Pensó que aquello de bajar la basura habría que echarlo a suertes. Ella no estaba dispuesta a pasar otro mal rato como aquel. 

12 comentarios:

  1. No es a la única persona que le ocurre lo mismo.

    Saludos

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    1. ¿Verdad? Sobre todo si se baja la basura más tarde de las once de la noche, cuando ya no hay nadie en la calle. Entonces la sensación es de distopía absoluta. Gracias por comentar. Un abrazo.

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  2. No he tenido más remedio que reírme, aunque reconozco que cuando no está contado en clave de humor es una mala cosa.
    Besos

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    1. Hola Tracy. Tranquila. Está un poco en plan irónico. A veces parece que nos estamos volviendo un poco locos. A mí cada día me apetece menos salir de casa. Voy a acabar con el síndrome de "Qué nadie me saque de mi nido". Gracias por comentar.

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  3. Al final la gente enloquecerá... sanos, pero locos.

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    1. Hola Toro. ¿Se están portando bien tus personajes? Pienso como tú. Quizás no cojamos el virus, pero nuestra salud mental va a salir un poco resentida de tanto miedo. ¿Volverá a ser todo como antes? Gracias por tu comentario.

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  4. Soy Laura.
    Pues es una situación más frecuente de lo que parece.
    Llega un punto en que salir de casa significa cumplir un protocolo con las medidas de precaución y regresar otro protocolo de desinfección.
    Si a eso le unes evitar estar cerca de otra persona, soportar la mirada baja de los vecinos para eludir el saludo, las colas en las aceras...etc, llega un momento en que yo al menos prefiero salir cuando lo necesito y los paseos los doy por casa o por la calle cuando empiezo a valorar pasear por las paredes.

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    1. Hola Laura. Lo cierto es que todo ese protocolo, las mascarillas, las colas, los guantes, el o la que se acerca más de lo que toca en el super... Al final se te van las ganas de salir. Pero supongo que todo esto pasará aunque te aseguro que nos dejará un pelín traumatizados. Mil abrazos.

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  5. Miedo, ahí está el quid de la cuestión. La TV está influyendo en ello, tanto hablan y de tal forma que el miedo inunda cualquier conciencia.
    Miedo hasta de la policía.
    Una reflexión muy buena.
    Saludos

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    1. Hola Jesús. Ahora el miedo va disminuyendo, y no porque el virus no siga ahí, sino porque nos hemos acostumbrado. Vivir con miedo perjudica gravemente la salud. Gracias por comentar. Un abrazo.

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  6. Es muy real esa psicosis, ese sentimiento de estar cometiendo un delito sólo por salir y ver un coche policial, el miedo a contagiarse o a que otros se contagien y esten cerca de ti, creo que vamos a tener que convivir con ese miedo un tiempo más.
    Un abrazo
    :)

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    1. Hola Ana. Al principio teníamos mucho miedo, pero lo hemos ido perdiendo demasiado deprisa. Debemos ser prudentes.Tiempo al tiempo y paciencia. Un abrazo.

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