domingo, 22 de noviembre de 2015

La partida de cartas. II parte.


Los jóvenes siguieron jugando mientras el animal iba adoptando la forma de una bola esponjosa y suave. De vez en cuando les miraba de reojo, desconfiado, pero pasado un tiempo, el gato bostezó, se desperezó y  fue hacia la escalera. Fuera, la lluvia caía con violencia inusitada.
- ¿Dónde irá el minino? - preguntó Suso-.
- A por la abuela de Juan - repuso Josema bajando la voz-. ¿No habéis oído hablar de aquel gato que presentía la muerte? Y vivía en un asilo. Imagínate...
- No me cuentes historias - dijo Juan un tanto molesto-. Eso son leyendas urbanas.
- Eso son las feromonas - sentencio Sebas mientras miraba sus cartas atentamente.
- ¿Feromonas? - rió Juan-. pero si tu ni siquiera sabes lo que son las feromonas. .
-  Pero me suena a gato - respondió Sebas haciendo un gesto de garra con la mano.-
- No tenéis ni puta idea - afirmó el Suso-. Cuando uno empieza a morir huele raro...
- Tu si que hueles raro, cabrón - dijo riendo Juan.
- Qué si, que lo leí en la red. Cuando el cuerpo empieza a palmar da así como un olor y los gatos se dan cuenta. Tienen mucho olfato.
Juan detuvo en el aire la carta que iba a lanzar sobre la mesa.
- ¿Estás insinuando que mi abuela va a morir pronto?
- Pregúntaselo al gato - respondió Josema.
Todos rieron. Suso se atragantó y tosió ruidosamente.
- ¡Joder! - exclamó-, entre el gato, la abuela y el maldito diluvio que está cayendo, aquí no hay quien juegue. Mañana más.
- ¿Una última cerveza? - invitó Juan frotándose las manos junto al fuego-.
- Yo no - rechazó Suso-. Me abro. He madrugado y estoy hecho una mierda.
Suso dejó sus cartas sobre la mesa, se acercó al fuego y éste iluminó su rostro terso y pálido como el de un adolescente.
 - Nos vemos.
Fue entonces cuando el gato apareció sigilosamente. Se había agazapado junto a la mesa camilla, en un inquietante silencio. Cuando Suso salió de la casa salió tras él. Juntos atravesaron el jardín. Juntos se perdieron en la oscuridad de la calle. Suso volvió a toser. La lluvia había cesado dejando paso a una noche despejada y silenciosa.

16 comentarios:

  1. Pues el Suso olería mal y el gato presagiaba que le llegaba el final.
    Pero a mí con tanto gato me estoy poniendo fatal Ya no voy a ir a ninguna casa que tengan gatos.
    Por lo menos esta noche.

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  2. Pobre Suso... mal futuro intuyo para él.

    Besos.

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  3. Los gatos negros en las noches muy oscuras... me producen escalofrío.

    Abrazos.

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  4. Glup.
    Lo siento pero ¡no me gustan los gatos!

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    1. Qué me estás diciendo? De verdad? Será porque no los conoces, porque no has convivido con ellos. Pon un gato en tu vida, Paco.

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    2. Qué me estás diciendo? De verdad? Será porque no los conoces, porque no has convivido con ellos. Pon un gato en tu vida, Paco.

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    3. Gracias pero no.
      Creo que nos animales no están hechos para vivir en las casas. Y en caso de tener una grande, con terreno para su esparcimiento, sin duda elegiría un perro.
      1b7.

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    4. En fin, nadie es perfecto, ja, ja.

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  5. Yo creo que el gato es muy listo y con mucho humor negro. Les está gastando una broma por hablar demasiado... y le ha tocado a Suso.

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    1. Ya lo creo que son listos. De ellos aprendes a esperar, a escuchar, a buscar el mejor rincón de la casa... Yo creo que Suso ya estará un poco mosqueado.

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  6. En torno al gato sobre todo si es negro hay mucha leyenda mágica, parece ser que eran brujas transformadas, yo no creo en eso, claro, pero sí en que poseen un sentido mas que nosotros, ellos ven y huelen cosas que nosotros no.
    Me ha gustado mucho el desenlace Amparo.
    Saludos
    ;)

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    1. Efectivamente, los gatos no sólo tienen un sexto sentido sino un séptimo. Los gatos negros suelen ser muy cariñosos. A mí me encantan, la verdad. Son tan intuitivos...

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  7. Ese giro final es todo un hallazgo, Amparo. La partida de cartas tenía un perdedor claro. A pesar de todo, a mí me siguen gustando los gatos.- Besos

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    1. Gracias Arruillo. El último maullido lo ha puesto, sin duda, el gato. Espero que Suso no empeore. Un abrazo.

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  8. Está interesante. Qué mala fama tienen los gatos negros... algunos tienen unos ojos verdes preciosos. A mi me gustan y no los puedo tener por la alergia de mi hija. Esa tos de Suso... me mosquea.
    Un abrazo gatuno Amparo.

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    1. Los gatos negros suelen ser muy cariñosos y, además, son guapísimos. Sin duda, tienen un sexto sentido.

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