Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor que pena, y no sé cuándo vendrá, Do, Re, Mi, Do, Re, Fa, no sé cuándo vendrá.
Su voz tiembla al decir:
-¿Pero vendrá?
Desvío la mirada hacia otro lado evitando contestar. Observo que don Pinpón se peina con un peine de plata fina y la Tarara se viste de blanco frente al espejo translucido del tiempo.
- Calla y canta - ordeno-
- Canta tú- me responde con descaro.
Y yo sigo cantando sin ganas.
- Tiene la Tarara un vestido blanco que sólo se pone cuando es jueves santo...
- ¿Por qué?
Este niño es implacable.
- Porque ya no tiene ni dolor ni pena. Sabe que Mambrú volverá un día u otro, aún con el cuerpo roto y el alma hecha jirones.
Su rostro se ilumina por primera vez.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Porque estaba el señor don gato sentadito en su tejado y lo vio pasar, marramamiau, miau, miau.
-¿Y venía solo?
- Qué va. Iba seguido de una comitiva, con la gallina Turuleta al frente, que ha puesto un huevo y dos y tres, y ahora ya puede comer la familia de Don Pinpón que dejó el circo porque ya no alegraba su corazón.
- ¿De verdad?
- Sí, de verdad de la buena. Y allí, en un país multicolor un elefante se balanceaba sobre la cuerda de una araña hasta que un día llegó un rey, al que yo admiraba, y le pegó un tiro entre las cejas.
- ¿Tienen cejas los elefantes?
- Sí están muertos no lo sé, pero eso no, no, no, eso no me gusta a mí.
Ni a mí. Quiero un globo.
-¿ Por qué?
- Porque estoy llorando por el elefante que no tenía cejas y quiero un globo, dos globos tres globos...
- La luna es un globo que se me escapó.
- La luna es un satélite.
Ya salió el listillo. Y canto:
- Se duerme la luna, se duerme la rana, y yo hasta mañana que me duermo yo.
- Dormir aún no.
- ¿Y qué quieres, hijo de la luna?
- Quisiera ser tan alto como la luna, Ay, ay, como la luna.
- Pues mucho tendrás que comer.
- Luna, lunera, cascabelera, debajo de la cama tengo la cena.
El niño se inclina y mira debajo la cama.
- Veo una cosita que empieza por eme.
- Pues será una muñeca vestida de azul que un día enfermó y me sé la tabla de multiplicar y el año que viene me podré casar aunque no sepa hacer un cocido. Y a mi burro le duele la cabeza, y quiero contar mentiras, trailará Y fui una niña que se iba a jugar y no podía jugar porque tenía que planchar.
- Qué putada.
- Eso no se dice, así que este cuento se va a acabar.
-Si no estamos contando cuentos.
- Pues esta canción y ahora vamos a la cama que hay que descansar para que mañana podamos madrugar.
-Si mañana es domingo.
- Entonces vamos a ver si ha llegado Mambrú con un globo, dos o tres y nos cuenta como corre por el mar la liebre y por el monte la sardina.
Por fin sonríe.
- Mentirosa.
Postdata de la Gata sobre el teclado: ¿A qué habéis cantado?
Holaaaa jajaj Que recuerdos!!!! uufff tantos años ya... ais no me quiero poner melancólico. Gracias por la entrada y transportarme en la máquina del tiempo. Yo tenía todas esas canciones :)
ResponderEliminarHola Roland. Sí, esas canciones, con letras tan... no encuentro palabras, formaron parte de nuestra infancia. ¿A que has cantado?
EliminarSip, al menos mentalmente jaja
EliminarSíiiiiiiiiii. Me las sé todas, todas, todas. jajaja.
ResponderEliminarTengo una muñeca vestida de azul que las ha cantado conmigo mientras jugábamos al corro de la patata y comíamos ensalada :))
Un maravilloso viaje a la infancia, Amparo, muy ingenioso y muy bien hilvanado.
Besos
Esas canciones, Jara, que se quedan para siempre en nuestra memoria. Ahora sería incapaz. Un viaje al pasado limitado porque canciones hay muchísimas más. Gracias por tu comentario.
EliminarSi,si, he cantado, me he reído, he disfrutado, y ahora como otras veces me lo voy a leer otra vez. Saltibrincos
ResponderEliminarPues tus risas y tus "cantatas" me llenan de satisfacción. Y eso que se me olvidaba esa de "Que salga usted que la quiero ver bailar, saltar y ¿brincar? dar vueltas al aire, con lo bien que lo baila la moza... Gracias por tu comentario.
EliminarJajaja!!! Este relato es de nota... Yo si he cantado, aunque en algunas me has despistado jejeje!!!
ResponderEliminarEn cada relato me sorprendes más y más.
Muaksss y muaksss, creativa criatura.
Yo también me sorprendo a mí misma, pero escribiendo esta entrada me lo he pasado muy bien. Y faltan canciones, desde luego.
EliminarSí, faltan muchas. Como aquella de "Para ser conductor de primera..." Aunque ésta ya era para más mayores.
ResponderEliminarQuizás no las haya cantado todas, pero, desde luego, sí las he oído todas.
Muy ingenioso el cuento que te lleva a... hace tropecientos años.
Me ha gustado y, lo que es más importante, "me ha alegrado el corazón".
Sí, faltan muchas. Como aquella de "Para ser conductor de primera..." Aunque ésta ya era para más mayores.
ResponderEliminarQuizás no las haya cantado todas, pero, desde luego, sí las he oído todas.
Muy ingenioso el cuento que te lleva a... hace tropecientos años.
Me ha gustado y, lo que es más importante, "me ha alegrado el corazón".
Para ser conductor de primera,acelera, acelera. Volvíamos locos a los conductores de los autobuses cuando nos llevaban de excursión con el cole. Es curioso ver cómo esas canciones se quedan para siempre en nuestra memoria y es que las mentes de los niños son como esponjas. Me alegra haberte alegrado el corazón.
EliminarQue magnifica historia con un titulo muy atractivo. Un abrazo
ResponderEliminarSon las canciones infantiles que cantábamos hace años. Una forma de volver atrás en el tiempo y volver a sentirnos niños.
EliminarCon ese niño no se puede, jaja. Un relato muy original y que me ha hecho recordar cositas de mi infancia.
ResponderEliminarComo siempre muy divertida amparo, los personajes de tus relatos tienen mucha personalidad.
:D
Gracias Ana. La verdad es que hasta los personajes de mis relatos me mandan, se imponen sobre mí y esta vez me han hecho regresar a la infancia, a esas canciones que no se olvidan nunca.
EliminarMerece la pena volver a leerlo, es una mezcla perfecta de canciones que todos conocemos y hemos cantado.
ResponderEliminarTe devuelvo la visita y gracias por el buen rato que me has hecho pasar.
Hola Airblue. Es un relato que se puede leer y cantar, ja, ja. Me alegro de que hayas pasado un buen rato. Eso pretendo.
EliminarPor supuesto que, como decía mi suegro, "Primero es Dios y después los santos", unas cosas son más importantes que otras. Pero me estoy fijando hace tiempo en las fotos y dibujos que seleccionas para todos los cuentos y redacciones, y son estupendas. Mas, el de este cuento de "Mambrú..." es una verdadera delicia.
ResponderEliminarTambién por tu buen gusto, ¡Enhorabuena!
Me encanto ese dibujo en cuanto lo ví y además le iba requetebien al contenido del texto. La verdad es que dedico tiempo para encontrar la mejor ilustración.
EliminarPor supuesto que, como decía mi suegro, "Primero es Dios y después los santos", unas cosas son más importantes que otras. Pero me estoy fijando hace tiempo en las fotos y dibujos que seleccionas para todos los cuentos y redacciones, y son estupendas. Mas, el de este cuento de "Mambrú..." es una verdadera delicia.
ResponderEliminarTambién por tu buen gusto, ¡Enhorabuena!
El inolvidable Mambru.
ResponderEliminarGran publicacion!!!
Mambrú se fue a la guerra como tantos hombres, sí, qué dolor, qué dolor y qué pena.
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